En un trabajo de investigación, que se publicó originalmente en Frontiers in Plant Science (mayo de 2021, vol. 12:660224), se analizaron las propiedades bioestimulantes del ácido húmico (HA) en plantas de tomate Micro-Tom sometidas a estrés nutricional en aumento. Los resultados confirmaron la función beneficiosa que los ácidos húmicos tienen en la mejora de la absorción eficiente de nutrientes en las plantas.
Un equipo de científicos de Bio Huma Netics, Inc. (Hiarhi Monda, Ryan Fountain y Rich Lamar) colaboraron con Amy M. McKenna, de National High Magnetic Field Laboratory, Ion Cyclotron Resonance Facility [Laboratorio Nacional de Altos Campos Magnéticos, Centro de Resonancia de Ciclotrón Iónica], para llevar a cabo la investigación. Los investigadores consideran que la creciente demanda de bioestimulantes en el mercado agrícola requiere que la industria brinde información basada en la investigación sobre la eficacia y seguridad de esta categoría particular de productos. Esto fue lo que los motivó a iniciar esta profunda investigación.
Para llevar a cabo el experimento, se utilizó lignito sedimentario (Idaho) como fuente de ácido húmico, que se molió para que atravesara un tamiz de 1000 µm, y se lo añadió de forma sistemática en la etapa previa a la siembra. Las semillas de tomate (Solanum lycopersicum L., Micro-Tom) se desinfectaron en la superficie y se las sembró de forma individual en macetas que contenían una mezcla de estopa de coco y arena (2:1). Las plantas se dejaron crecer durante 4 meses en una cámara de cultivo climatizada. En el día 15, se aplicó a las semillas una solución fertilizante NPK estándar al 25 %, al 50 % o al 100 % de la cantidad recomendada y se las regó al 70 % de la capacidad de retención de agua. En función de un experimento anterior, se seleccionó una cierta dosis nutricional y una concentración de HA para provocar un estrés nutricional a niveles bajos de nutrientes.
En total, se realizaron 6 tratamientos con 8 repeticiones cada uno, en un diseño de bloques completos aleatorizados. Durante el experimento, se controló la altura de las plantas y su contenido de clorofila. Al final del experimento, se separaron las raíces y los brotes y se verificó su peso en fresco y en seco. La producción de tomates se determinó según la cantidad de frutos y su peso en fresco. También se evaluaron parámetros de calidad (acidez y valor Brix) y antioxidantes.
Los resultados permitieron determinar que la aplicación de ácido húmico resultó eficaz al momento de disminuir el estrés nutricional de los tomates y que se obtuvieron mejores resultados que en las plantas que no recibieron el tratamiento. La aplicación de HA generó una mejor producción (de hasta el 19 %) y mayor calidad de frutos (entre el 10 % y el 24 %), mayor contenido de ácido ascórbico y mejor crecimiento radicular, particularmente cuando las plantas se encontraban en condiciones elevadas de estrés nutricional (al 25 % de la nutrición recomendada). El análisis de la composición química del HA reveló la presencia de antioxidantes como flavonoides y prooxidantes como las quinonas. Los investigadores señalan que la acción combinada de estos elementos puede ayudar a que los sistemas de defensa de la planta afronten con mayor rapidez las situaciones de estrés por medio de la reprogramación del nivel de desarrollo de la planta.
Además, resaltan que el uso de ácidos húmicos como bioestimulantes constituye una herramienta económica y ecológica para mejorar la absorción de nutrientes y fomentar las prácticas agrícolas sustentables.
Para acceder al informe, haga clic AQUÍ.
Para acceder al artículo original publicado en Frontiers in Plant Science, haga clic AQUÍ.